LOS FUERTES
DEL RIO CHAGRES
Dr. José Manuel
Reverte Coma
(De
IMPORTANCIA
HISTÓRICA DEL RÍO CHAGRES
Desde los
primeros instantes del descubrimiento del Istmo de Panamá y a partir de las
primeras exploraciones del Río Chagres pudo comprobarse la importancia de esta via fluvial
que atravesaba casi en su totalidad la estrecha faja de tierra que separaba el Oceano Atlántico del Pacífico.
Gonzalo
Fernández de Oviedo, gran Cronista de Indias. Con gran visión profética intuyó
el futuro del Río de Chagres al decir de él
en el año de 1524 que era “el
río más valioso del mundo”, lo que demuestra su gran clarividencia.
Los primeros europeos que tuvieron
ocasión de ver su desembocadura fueron Cristóbal Colón y los españoles que le
acompañaron en su cuarto viaje, quienes le llamaron “Río de los Lagartos”
(caimanes) por la gran cantidad de estos saurios que
había en sus
orillas.
Más tarde, a partir de las exploraciones
de Diego de Albítez
se le denominó Rio de Chagre, en honor al cacique
principal que habitaba en sus márgenes. Posteriormente se deformó el nombre
pluralizándole, llamándose de Chagres al extender el nombre del cacique a todos
indios de la tribu. Indios Chagres se llamaron a los que procedían de aquella
región y Río de Chagres se ha venido llamando hasta la fecha.
Durante cuatro siglos ha sido este río
la llave del Mar del Sur. Hoy no sólo es la llave sino la puerta y el camino.
Oviedo fue uno de los precursores del Canal de Panamá, pero no
fue el único. Diego de Albítez exploró el Río Chagres (1514-1515) casi simultáneamente a haberse descubierto el lugar donde hoy está
construída
En 1527 el
Gobernador Pedro de los Ríos envió dos exploradores, Fernando de
Al tener conocimiento el Consejo de Indias de aquellas
exploraciones propuso al Emperador Carlos V que se estudiase
”qué forma e orden se podría dar
para abrir la dicha tierra para que abierta se junte
Vistas
aéreas y mapas de la desembocadura del Río Chagres
En 1529 Alvaro de Saavedra Ceron, que
fuera lugarteniente de Hernán Cortés y compañero de Balboa en el Darien propuso la construcción de un canal entre el
Atlántico y el Pacífico pero murió antes de poder realizar su proyecto.
En 1532 el Rey escribió al Gobernador de
Panamá diciéndole que viera la forma de estudiar el punto por el que podría
unirse el río de Chagres con
Otro importante documento histórico
procede del año 1539 en el que se menciona la reunión que tuvieron el
Gobernador D. Antonio de
Diego de Esquivel,
de 31 años de edad fue el primer mercader europeo que transportó oficialmente
sus productos embarcados por el Río de Chagres y el
segundo Fernando Diaz Durán, de 53 años de edad quien
vino desde el nombre de Dios hasta Cruces con una carga de mercancías. Tuvo
lugar este acontecimiento el 28 de febrero de 1533.
El 20 de marzo de 1533, el Gobernador
mandaba cortar varios árboles y hacer con ellos tres cruces nombrando aquel
lugar “PUERTO DE LAS TRES CRUCES o por mejor decir EL DESCARGADERO”. Más tarde
se le bautizaría con el sonoro nombre de San Francisco de Cruces.
En aquella ocasión se estudió el atajo por tierra a Panamá
desde Cruces, viéndose que tenía cuatro leguas y media de largo con algunas
quebradas no muy profundas que podrían rellenarse fácilmente.
El Gobernador de
Gaspar de Espinosa, el 10 de octubre de 1533 escribía al Rey: “El Chagres
puede hacerse navegable a muy pequeño costo y puede llegar a ser la mejor y más
útil vía acuática del mundo…un canal para la navegación podría construirse”.
Hablar así en 1533 supone una visión clara del porvenir y por
eso con toda justicia hemos de colocar a Espinosa entre los precursores del
Canal Transístmico.
Fray Tomás de
Berlanga, cuarto Obispo de Panamá, que llegó al Istmo el año de 1534 para
hacerse cargo de su diócesis, participa del sentir que debió ser general en
aquella época, y escribía así: “Este paso (refiriéndose a la
travesía del Istmo de Panamá) imagino
yo que es la cumbre del mundo”. Y refiriéndose a la unión del Río de Chagres con el Mar del Sur dice: “Si este paso por la manera susodicha se remedia, no hay más
necesidad de buscar otro estrecho”.
Carlos V el 20 de febrero de 1534 envió instrucciones a D,
Francisco de Barrionuevo, Gobernador que sucedió a Gama, en estos términos: “Que mantenga el Chagres
libre de obstrucciones para hacerlo navegable en dirección a Panamá hasta la
mayor distancia posible”.
El historiador y cronista Gómara
decía en 1555 que “era necesario crear un paso para realizar más rápidamente la
travesía desde España a las Islas Molucas”. Propuso
también varios lugares para realizar este proyecto: El Lago de Nicaragua, Río
de San Juan.
DEFENSAS EN
EL CHAGRES
El Río Chagres
fue adquiriendo cada vez más importancia llegando a ser durante el invierno
tropical ó época lluviosa el punto de paso obligado para las mercaderías que en
ambas direcciones pasaban por el Istmo. Y los almacenes construídos
en su desembocadura y el desembarcadero de Cruces, estaban gran parte del tiempo
abarrotados de mercancías, unas procedentes del Perú y otras de España, en
espera de ser recogidas por las embarcaciones auxiliares de las Flotas de
Indias o por las recuas de mulas que las llevarían a Panamá.
Por todas estas razones, desde muy
temprana época se hicieron recomendaciones para construir un Castillo en la
boca del mismo río y así el propio cronista GONZALO FERNANDEZ DE OVIEDO dice: “Es toda
muy buena tierra como tengo dicho de la una e de la otra banda del río e hay
muy buena disposición para se hacer una torre o fotalesa
en la boca del río, donde entra en la mar, para guarda e defensa del puerto, e
mucha piedra cual conviene para ello”.
Evolución
de planos de Fuerte de San Lorenzo el Real de Chagres
Pero no sería hasta mucho más tarde cuando se llegaría a
construir un castillo en la desembocadura del río, ante los
repetidos robos y asaltos perpetrados por la nube de piratas y salteadores de
caminos del mar, ingleses y franceses que se levantó contra el activo
comercio de España en el Istmo panameño.
Este
castillo de
Una vez más tenemos que hacer aquí
mención al Gobernador y Capitán General del Reino de Tierra Firme D. Alonso de
Sotomayor, el vencedor del pirata Drake. Sotomayor
que tuvo noticias de la posible llegada de un fuerte contingente de piratas con
las intenciones de capturar la ciudad de Panamá, comprendió de inmediato que
las débiles defensas construídas por Antonelli en
Se dio cuenta enseguida que una de las
vías, la más importante, de penetración hacia Panamá era el río Chagres, por lo que ordenó inmediatamente defender los
pasos principales del río, estableciendo fortines de fajina y tierra que
sirviesen para detener el avance enemigo si llegase el caso. Lo mismo hizo en
el camino real de Nombre de Dios a Panamá (ya casi trasladado a Portobelo) y considerando que el sitio más estratégico para
detener al enemigo era
En carte de 12
de octubre de 1598, escribe así al Rey desde Portobelo:
“Cada día se podrá esperar al enemigo
y conviene que en el río de Chagres se haga un fuerte
de tres leguas de la boca del río arriba, de empalizada y una cadena de hierro
y trozos de madera cuyo sitio yo señalé y el dicho ingeniero Antonelli y yo teníamos visto, y con esto que hecho en el
río todo lo que se puede hacerse por ahora para su defensa hasta que visto por
V. M. el sitio de la boca y el del Gatún que así se
llama donde se ha hecho el Fuerte y las
razones de Bautista Antonelli y las mías ordené si se
hará en el dicho Gatún o en la boca, de cantería
porque lo que en esta tierra se fabrica de palizada y terraplén no dura de dos
años arriba por las continuas aguas y grande humedad que todo lo consume”.
Mapa del Río Chagres en 1535
Por este fragmento de carta bien explícito, puede apreciarse,
primero, que en 1598 ya se había construido el Fuerte del Gatún.
Segundo, que la idea de su construcción fue de ALONSO DE SOTOMAYOR y la delineación, de Antonelli.
Tercero, que se había construido de
materiales deleznables, como fajina y tierra. Cuarto, que el nombre primitivo
del lugar situado en la desembocadura del Rio Gatún, afluente del Río CHAGRE, situado a tres leguas de la
desembocadura de éste, era el GATU
y quinto, que Sotomayor recomienda al Rey que se haga este fortín de cantería,
material resistente que substituiría con ventaja al fuerte de estacada.
En otro documento
hallado en el Archivo de Indias de Sevilla, Pérez de Guzmán, Gobernador de
Tierra Firme, envió en 1670, un año antes de la captura de Panamá, al capellán
Juan de Aras, experto en fortificaciones y construcciones y a su ayudante D.
Simón González, soldado viejo, experto en todo tipo de defensas, para que
revisaran los Fuertes del Río Chagres. Estos dos
expertos los hallaron en perfecto estado cinco meses antes del ataque de Morgan.
El otro punto
fortificado del Río Chagres fue el cerro situado en
la desembocadura del Río Trinidad, otro afluente del Chagres,
situado a unas seis leguas de la desembocadura de éste. Durante la primera
mitad del siglo XVII estuvo construido de fajina y tierra, deshaciéndose en
varias ocasiones por causa de los aguaceros, y siendo reconstruído
siempre siguiendo el mismo plano. Hoy sus ruinas se encuentran bajo las aguas
del Lago Gatún.
En otra carta del
19 de mayo de 1675, D.Alonso de Mercado y Villacorta, Presidente de Panamá escribe a
Estos planos
existen en el Archivo de Indias de Sevilla, y fueron enviados con breve
intervalo de tiempo a España por D. Alonso de Mercado y Villacorta.
Uno de ellos es la fortificación de DOS BRAZAS como se llamaba entonces o del
Cerro Trinidad, en la desembocadura de este afluente del Chagres.
Fue remitida por el Gobernador con fecha 19 de mayo de 1675, con pitipié de 80
varas castellanas los
El año de 1745,
el Capitán D. Nicolás Rodríguez, Ingeniero Ordinario del Reino de Tierra Firme
envía a España un plano del Fuerte del Santísimo Sacramento, situado en la boca
del Río de
En los viejos
planos del Istmo levantados en los trabajos preliminares de la construcción del
Canal, de los que hoy pueden conseguirse copias fotostáticas en el Museo
Nacional de Panamá, en los de procedencia inglesa puede verse señalado con el
nombre de “Old Fort” y en
los alemanes con el nombre de “Altes Fort”, queriendo decir ambos términos “Viejo Fuerte. Son
erróneas por tanto las interpretaciones que pretenden llamar a estas ruinas
“Fuerte de las Altas o de los Altos”. Simplemente se trata de una traducción
equivocada del alemán. De manera que las ruinas ya anotadas en estos planos de
los año que precedieron a 1903, encontradas por los ingenieros que estudiaron
la zona, pertenecen al viejo Fuerte del Gatún
construido en 1675 en la confluencia de los ríos Chagres
y Gatún, como puede verse en el plano del Archivo de
Indias de Sevilla.
El Gobernador de
Panamá. D. Antonio Guill y Gonzaga,
remitió a España el 23 de agosto de 1750 un mapa del Rio
Chagres en el que están registrados y señalados los
puntos del Cerro del Gatún y de
LAS
TRINCHERAS DEL CERRO DEL GATÚN
Habiendo tenido
noticias de la existencia de unas antiguas trincheras en el Cerro del Gatún, recabamos la ayuda de nuestro buen amigo William Kosan, experto explorador y empleado de
mencionado situado
en las cercanías del Río Chagres. Abriéndonos paso
dificultosamente a través de la densa vegetación de la que había en ese tiempo
(año de 1960) por haber quedado reservado para prácticas militares (estaba por
lo tanto “off limits”. Ya
en anteriores ocasiones Kosan había recorrido aquella
zona con el ejército norteamericano comprobando la existencia de restos de la
época colonial.
Durante una
difícil marcha por las quebradas faldas del cerro donde era fácil extraviarse
si no se hacía uso de la brújula, llegamos al primer sistema de trincheras
levantando un plano de las mismas a pesar de las dificultades que la vegetación
y las culebras oponían a nuestros intentos.
Pude comprobar la
existencia de siete trincheras. Pudimos apreciar claramente que la misión de
estas trincheras, fue por una parte impedir la subida por el Rio Chagres hacia Panamá a los
enemigos que pudieran penetrar desde el río y además la defensa del Cerro del Gatún, cuya estratégica situación saltaba a la vista. La
disposición y orientación de estas trincheras demostraba con precisión que las
que miraban al Río Chagres batían perfectamente un
gran trayecto de éste y cualquier embarcación que tratase de pasar por aquel
sector caería forzosamente bajo el fuego de sus defensores. Las trincheras
situadas en el lado Sur del cerro tenían por misión defender esta posición de
los posibles ataques que pudiesen sobrevenir por la espalda dado el caso de que
el enemigo pretendiese apoderarse de esta posición intentando trepar por la
quebrada lateral que desciende desde su cumbre.
Con cañones de
pequeño calibre podía batirse todo el espacio comprendido hasta la orilla
opuesta y efectivamente, aunque no se han podido hallar armas de aquella época.
Existen todavía en la parte baja del cerro huellas de un antiguo emplazamiento para armas de largo
alcance, consistente en entalladuras hechas en las rocas para que pudiera
instalarse la artillería.
Por documentos
existentes en el A.G.I. de Sevilla he podido
comprobar la existencia de defensas en diversas épocas en los alrededores del
Cerro Gatún, pero probablemente las actuales
trincheras que aquí estudiamos, tal como están en la actualidad, datan de los
años que siguieron al ataque de Vernon en 1741 y
posiblemente alcanzaron su máximo florecimiento durante el periodo de reconstrucción del Fuerte de San Lorenzo
en la boca del Río de Chagres.
Existe en las
proximidades del Cerro del Gatún un lugar señalado en
los mapas con el nombre de Trapiche de los Albarillos.
Allí existe una quebrada de donde se extrajo mucha piedra para las
construcciones de la época y de la que se extrajo mucha cal de excelente
calidad que fue utilizada en las diversas obras de fortificación. Gran parte
del Cerro del Gatún es de naturaleza caliza como
puede comprobarse por las numerosas y profundas grietas que lo recorren y en
las cuales los fuertes aguaceros tropicales han labrado túneles y galerías de
grandes dimensiones. Es una especie de “karst”.
Las defensas de
más difícil acceso son las líneas de trincheras que dirigen sus frentes hacia
el Norte, es decir hacia el Río de Chagres. La de
mayor longitud es la que recorre toda la cara Norte del cerro, otra hacia el
Oeste que protege la subida por la quebrada que asciende desde el Río Indio,
afluente del Chagres y una tercera que defiende el
lado Sur del cerro que tiene acceso por la misma quebrada mencionada. Otro
núcleo está formado por dos trincheras que defienden otra elevación o cota de
las tres más altas que forman el Cerro del Gatún por
su lado occidental y meridional. Hay otro núcleo más pequeño formado por una
trinchera semicircular que rodea el tercer pico del cerro y otra pequeña que se
levanta unos metros más arriba.
Otros dos núcleos
no constituyen líneas de trincheras sino son emplazamientos de una batería de
cañones que debió estar en las faldas del cerro y servía para batir el río Chagres y apuntaban a las líneas de flotación de los barcos
que por allí intentaran pasar.
Todas las
trincheras tienen la misma sección, de forma que se ve que fueron construídas siguiendo un mismo plano y en una misma época.
Se trata de líneas o surcos abiertos en la tierra en las faldas del cerro,
recubiertas de piedra cuidadosamente colocadas al estilo llamado “mampostería”,
pero con una leve argamasa de unión que da mayor solidez al conjunto. La
profundidad de la trinchera es como promedio de 1.10 metros lo que permite a un
hombre de regular tamaño permanecer agachado y poder ver a distancia. La
anchura de la trinchera, por su parte superior es de 1.00 metro como promedio y
por su fondo de 0.60 metros. Esta diferencia entre la parte superior e inferior
se debe a la existencia de un escalón que recorre toda la longitud de la
trinchera y que servía para apoyar la rodilla y así poder agacharse más
cómodamente para efectuar el disparo. Mientras que la pared posterior de la
trinchera es vertical, la pared anterior está levemente inclinada hacia
adelante para dar mayor comodidad al tirador. De trecho en trecho las
trincheras tienen cortes y salidas hacia la campiña, representando un papel de
desagües para evitar el estancamiento del agua durante las lluvias en el
interior de las trincheras y además para permitir a los defensores salir con
facilidad en caso necesario.
En general este
sistema de defensa está construido al parecer según aquel principio de que no
hay fuerza sin habilidad.